jueves, enero 24, 2008

Anfitrión Perfecto. VI

Fumar con invitados. El tabaco en casa. Cuando se puede fumar.

Las costumbre de fumar, aunque poco a poco parece que va perdiendo adeptos, es aún una costumbre de profundas raíces en nuestra sociedad.

Si tenemos invitados en casa, y contamos con amplios espacios, lo mejor es tratar de "crear una zona de fumadores" para no incomodar a las personas que no tienen este "vicio".

Si, por el contrario, la casa, como es habitual actualmente, no cuenta con varios salones o espacios, lo mejor es que tratemos de limitar, en cierta medida, el consumo de tabaco por parte de sus invitados fumadores.

Si tiene aperitivos y comida expuesta en alguna mesa tipo buffet, procure que los invitados no fumen en esa sala, o al menos si lo hacen, que se haga lo más alejado de los alimentos que puedan. Los productos de alimentación, al igual que la ropa se imprega de olo a tabaco, pueden verse alterados en su sabor por el olor del tabaco.

Si puede, coloque unos cuantos ceniceros, alejados de la comida y la bebida, todo lo que pueda. Aunque no deje fumar, debe tener colocado algún cenicero. ¿ Por qué ?. Pues les cuento una curiosa anécdota. Estaba paseando por un monasterio, por el claustro concretamente, y le pregunté a uno de los monjes si se podía fumar, a lo que me respondió que no. Y entonces, le pregunté de nuevo, que porque había ceniceros. Y el amablemente me respondió: para la gente que no pregunta.

Una vez sentados a la mesa, no debe permitirse fumar a lo largo de toda la comida, ni entre plato ni a los postres.¿Quién se inventó la falacia de que se puede fumar después del primer plato? Solo puede permitirlo, una vez que se haya retirado el último plato de postre y sea la hora del café. Y siempre es mejor, pasar a otra sala o espacio para fumar (siempre que sea posible). En ese momento, si que puede colocar algún cenicero en la mesa para los fumadores, nunca antes.

Si alguien es un fumador empedernido, es mejor permitirle levantarse de la mesa (aunque no se deba), que dejarle fumar en la misma. Por supuesto, no coloque ceniceros en la mesa.

Aun con el permiso de los anfitriones, debemos ser educados y solicitar el permiso de nuestros "vecinos" de mesa. Puede que haya personas a las que moleste le humo de una forma especial ( e incluso por propios problemas de salud).

En cualquiera de los casos, debemos tener cuidado con el tabaco y con la forma de actuar al fumar. Nunca está de más reprimir un poco nuestro deseo de fumar, si con ello evitamos molestias e incluso compromisos para los anfitriones con los invitados.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Todo eso es mentira: usted, mi estimado amigo, no ha pisado un monasterio en su vida.

10:59 a. m.  
Blogger pasmao said...

Estimada damisela: Claro que no he pisado. Lo cierto es que deben haber sido unos cuarenta.

11:07 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

pasmao.... me tienes en ascuas, daría una cana por ver tu encantadora llar y si més no... tu salón de invitados pluscuamperfectos.

3:31 p. m.  
Blogger penyabogarde said...

le amamos mucho... beibi

4:48 p. m.  

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