Adiós con el corazon.
Me retiro mis estimados amigos a mi palacete de la campiña británica por tiempo indefinido, donde me alejaré del mundanal ruido de los unos y ceros, la estulticia política y de algún personaje de dudoso linaje que ocasionalmente se presentaba por aquí. Naturalmente llevo en mi corazón a mi estimado amigo galo Jacques, y la entrañable sureña Ampharou.
Pasen buen día.
Siempre suyo, el Pasmao.
Pasen buen día.
Siempre suyo, el Pasmao.